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Por qué son tan importantes las descargas antiestancamiento: los fundamentos de la higiene del agua potable

Las descargas antiestancamiento periódicas son indispensables durante aquellos periodos en los que no esté garantizado el funcionamiento previsto del edificio, porque la interrupción del funcionamiento previsto pone en peligro la calidad del agua potable. Para evitar que el sistema de tuberías sufra estancamientos más largos de lo permitido, que podrían dar lugar a una proliferación excesiva de la legionela y otras bacterias, se deben cumplir determinadas normas. Con las soluciones de SCHELL, eso es coser y cantar.

Cumplir las normas técnicas: garantizar el funcionamiento previsto

En primer lugar, deben cumplirse las normas técnicas generalmente reconocidas. Para mantener la calidad del agua potable en los edificios, se deben aplicar normas como la serie DIN EN 806, la serie DIN 1988, la DVGW W551 y la VDI 6023. En ellas se establecen las normas técnicas generalmente reconocidas que deben tenerse en cuenta para el mantenimiento de la higiene del agua potable. El funcionamiento previsto requiere que el agua se renueve en un plazo de 72 horas en todos los puntos de la instalación de agua potable. Si el uso de la instalación no garantiza esa renovación, se considerará que existe una interrupción del uso, y será necesario adoptar medidas adicionales (véase la tabla). Por ese motivo, el operador debe garantizar que se produzca una renovación completa del agua cada tres días (72 horas). Si la renovación no se produce como consecuencia del uso regular, se puede provocar mediante descargas antiestancamiento (automáticas). Las descargas pueden garantizar el funcionamiento previsto, pero, ¡cuidado!: para que las descargas antiestancamiento sean eficaces, no basta con considerar cada una de las griferías del edificio por separado, sino que hay que pensar más allá.

Tener en cuenta las temperaturas y generar flujos turbulentos

Las temperaturas del agua también son decisivas para la higiene del agua potable. Si el agua fría está demasiado «caliente» o el agua caliente demasiado «fría», las bacterias que hay en el agua pueden proliferar en exceso. En las instalaciones de agua potable proyectadas y ejecutadas correctamente, la temperatura del agua fría no debe rebasar los 25 °C. Por su parte, la temperatura del agua caliente debe ser, como mínimo, de 55 °C. Para mantener la higiene del agua potable es esencial que las temperaturas cumplan esas condiciones. Si dichos límites de temperatura se rebasan o no se alcanzan durante periodos prolongados, las descargas antiestancamiento pueden lograr una renovación del agua que expulse de las tuberías el agua demasiado «caliente» o demasiado «fría». 

Pero también es importante evitar el fenómeno de los «tubos concéntricos». Si los edificios dan servicio a un gran numerosas de personas en las horas punta, las tuberías deberán estar dimensionadas para este uso máximo. Si, durante el resto del tiempo, solo se usan algunas griferías, es posible que el agua, a pesar de las tomas, se estanque en las proximidades de las paredes de las tuberías (fenómeno de los «tubos concéntricos»). El agua fluirá principalmente por el centro de la tubería, mientras que el resto del agua apenas se moverá. Para que la renovación del agua sea adecuada, debe establecerse un flujo turbulento. Especialmente en el caso de las tuberías de gran diámetro, solo se podrá conseguir un flujo turbulento mediante la descarga simultánea de varias griferías. 

Muchas dificultades, una solución: SCHELL SWS

Las griferías electrónicas de SCHELL constituyen el punto de partida ideal, ya que permiten programar las descargas antiestancamiento de manera sencilla y práctica. La amplia oferta de griferías SCHELL de alta calidad, eficientes en el uso de los recursos y de diseño atractivo cubre todas las necesidades. La configuración y el control de las griferías son aún más sencillos y completos con el sistema de gestión de agua SWS de SCHELL. Este permite, por ejemplo, programar de forma centralizada las descargas antiestancamiento de grupos de griferías, que se activarán simultáneamente según sea necesario para evitar el fenómeno de los «tubos concéntricos». El sistema SWS de SCHELL también ofrece la posibilidad de integrar sensores de temperatura para controlar el cumplimiento de las temperaturas del agua. El servicio en línea complementario SMART.SWS permite supervisar de forma remota las descargas antiestancamiento y muchos otros parámetros, y ajustarlos si es necesario. Así podrá asegurarse de que la instalación de agua potable funcione siempre de forma higiénica, a la vez que eficiente y rentable.

Encontrará información más detallada sobre la higiene del agua potable en el manual del sistema SWS de SCHELL, entre otros documentos.