Contaminación por Pseudomonas aeruginosa: la prueba en húmedo como factor crítico en la higiene del agua potable. Esto es lo que debe saber.
La bacteria Pseudomonas aeruginosa representa un gran riesgo para la salud, sobre todo para las personas con enfermedades preexistentes o un sistema inmunitario todavía inmaduro. Por ello, en las instalaciones públicas prioritarias —como hospitales, residencias de mayores, centros ambulatorios y guarderías— se aplican medidas de protección estrictas y obligaciones de inspección. Además de haber un riesgo sanitario, el saneamiento de las instalaciones afectadas conlleva costes económicos y operativos elevados. Y, a pesar de que existen estrategias para prevenir este tipo de contaminación, las instalaciones de agua potable continúan mostrando la presencia de estas bacterias en forma de bacilo; ya que una de las fuentes principales de entrada son los componentes que se contaminan ya en origen durante las pruebas en húmedo que el fabricante realiza. La alternativa segura a este método de ensayo es la prueba en seco, que SHELL aplica de forma sistemática. No obstante, existen determinados productos como contadores de agua, dispositivos de seguridad o sistemas de aumento de presión que siguen necesitando pruebas en húmedo debido a los ajustes y calibraciones. Por todo ello, esto es lo que los planificadores e instaladores del sector sanitario deben saber:
Pseudomonas aeruginosa: un peligro invisible
Condiciones de vida de Pseudomonas aeruginosa
Este microorganismo de agua fría prolifera a una temperatura entre 25 °C y 45 °C; sin embargo, también puede seguir multiplicándose incluso a solo a 10 °C, solo que a un ritmo más lento. Para su propagación, las pseudomonas no necesitan más que el carbono presente en el aire. Por eso, a diferencia de la Legionella spec., también pueden colonizar superficies húmedas recién salidas de la cadena de producción.
Riesgos para la salud causados por Pseudomonas aeruginosa
Para la población sana en general, las pseudomonas no son un peligro. El problema aparece si hay lesiones cutáneas, presencia de cuerpos extraños como catéteres y si las personas tienen enfermedades preexistentes como la fibrosis quística. Otros grupos de riesgo son las personas a las que se le ha dado el alta del hospital sin haberse recuperado por completo y los niños, ya que su sistema inmunitario aún no está desarrollado del todo. Por este motivo, en el sector sanitario y en guarderías existe una obligación anual de realizar análisis después de la puesta en servicio o tras reformas significativas.
¿Cómo llega Pseudomonas aeruginosa a las instalaciones de agua potable?
Las pseudomonas entran en la instalación de agua potable a través de componentes contaminados. Dichos elementos se contaminan por el agua que los fabricantes emplean durante las pruebas en húmedo y los ajustes del componente que deben hacerse. Incluso renovar el agua con regularidad no puede garantizar la ausencia de bacterias, pues los microorganismos también colonizan las superficies de las tuberías y depósitos; desde donde pueden regresar en cualquier momento al agua que se utiliza durante la prueba.
Riesgo de contaminación durante las pruebas en húmedo
La prueba en húmedo ha sido durante mucho tiempo el procedimiento habitual en la industria de grifería para comprobar la estanqueidad o la vida útil de los componentes. Sin embargo, no fue sino hasta hace unos diez años cuando se identificó que había un riesgo de contaminación con Pseudomonas aeruginosa asociado a este método.
Proceso de la prueba en húmedo
En la prueba en húmedo (prueba clásica de estanqueidad), la grifería se conecta por el lado de entrada, se llena con agua y se comprueba la estabilidad de la presión. Por su parte, en la prueba funcional, la grifería se conecta a un circuito de agua y se evalúa el tiempo de descarga, es decir, el tiempo que transcurre desde la apertura hasta el cierre.
Desventajas de la prueba en húmedo
Después de una prueba en húmedo, no es posible eliminar por completo el agua del interior de la grifería, ni usando soplado ni aire caliente. Por ello, no es posible descartar la posibilidad de que queden restos de agua, y con ellos bacterias, dentro de la grifería, en particular en las juntas, zonas que son un entorno ideal para la proliferación de estos microorganismos. Además, en los materiales metálicos existe el riesgo de que se formen y depositen productos de corrosión que luego pueden desprenderse y provocar obstrucciones y afectar al funcionamiento del sistema.
¿A qué deben prestar atención los planificadores e instaladores?
Por todo lo dicho, los planificadores e instaladores deberían optar, siempre que sea posible, por componentes probados en seco, como las griferías sanitarias de SCHELL. ¿Y por qué? Pues porque estos componentes cumplen con los requisitos específicos en materia de higiene que las normas DVGW W 551-4 y VDI 6023 Hoja 1 exigen para las superficies en contacto con agua. Y tanto en los pliegos de condiciones como en los pedidos, deberían utilizarse textos específicos en la sección general que exijan la calidad higiénica de los componentes. Por desgracia, hay productos como los contadores de agua, calentadores eléctricos de flujo, conexiones de seguridad o sistemas de aumento de presión para los que no se puede prescindir de la prueba en húmedo. En estos casos, es clave fijarse en el concepto de higiene del fabricante hasta el lugar de instalación, conforme a DVGW W 551-4 (A). Este concepto debería estar disponible como respaldo para su propia seguridad.
La prueba en húmedo supone un riesgo higiénico
Sobre todo en el sector sanitario y en las guarderías, es fundamental que los productos instalados sean higiénicamente seguros; dicho de otra forma, deben estar libres de Pseudomonas aeruginosa. Los componentes probados en húmedo podrían contener restos de agua ya contaminados con estas bacterias. Por este motivo, al apostar sistemáticamente por la prueba en seco higiénicamente segura, SHELL se posiciona como uno de los pioneros del sector en este ámbito.
Más información sobre el proceso y las ventajas de la prueba en seco.