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¿Cómo se guía una empresa familiar hacia el futuro?

Tiempo de lectura: 6 minutos

Una entrevista con Andrea Schell, propietaria y socia gerente de SCHELL GmbH & Co. KG

Normalmente, un martes a esta hora Andrea Schell estaría sentada en su reunión semanal con el director de personal. Pero hoy se ha tomado un rato para hablar de su empresa. Como socia gerente, se ocupa de la dirección de la empresa, y forma parte de la tercera generación de la familia. Andrea Bußmann y Andreas Ueberschär completan la dirección de la empresa. Andrea Schell es toda una rareza en la industria metalúrgica alemana, donde no abundan las mujeres que ocupen puestos de gerencia. Por lo tanto, encarna un aspecto fundamental del tema que queremos tratar hoy: La empresa familiar, entre la tradición y el cambio.

¿Cuáles son las principales fortalezas de las empresas familiares y, en particular, de SCHELL?

Nuestro apellido es a un tiempo nuestra marca, y está directamente vinculado a la calidad de nuestros productos y servicios. Para cumplir esta expectativa, contamos con una gran capacidad de producción propia, una ventaja muy especial y muy importante para nosotros. Esto nos permite minimizar los riesgos y aumentar constantemente la calidad.

Como empresa familiar, ofrecemos un nivel de cercanía al cliente y de servicio que es muy difícil de alcanzar para las grandes corporaciones. Desde la compra de los materiales de fabricación hasta la expedición, todos los procesos tienen lugar en nuestros centros. Las reducidas distancias permiten tomar decisiones conjuntas con rapidez, una estrecha colaboración de los distintos departamentos y una gran flexibilidad. Cuando necesitamos ayuda externa, recurrimos a un círculo de confianza. Muchos de nuestros proveedores de servicios externos, desde los suministradores hasta los fabricantes de maquinaria, pasando por nuestro despacho de abogados y la empresa de auditoría y asesoría fiscal, son socios de larga data y conocen «el ADN de nuestra empresa» y a nuestros empleados. Esto supone también una gran ventaja, ya que nos permite disfrutar de una colaboración rápida, ágil y sencilla.

Otro aspecto fundamental es que, a lo largo de la historia de nuestra empresa, siempre hemos sido independientes de los bancos gracias a nuestra capitalización, aportada por los dos accionistas, que somos hermano y yo. Eso nos proporciona una enorme flexibilidad y rapidez de decisión, en lo que respecta tanto a las inversiones como a las decisiones estratégicas. Mi puesto de directora general de finanzas y personal me permite tomar cada día el pulso de la empresa (mediante «los fríos números» por así decirlo) y también el pulso de la casa en lo referente a su otro recurso fundamental, las personas.

¿Cómo ve el papel de su empresa familiar en la economía?

La cultura de pequeñas y medianas empresas tiene una larga tradición en la región de Sauerland, y está firmemente arraigada en la vida de la región. Desde la fundación de la empresa hasta hoy, toda nuestra fabricación ha estado aquí, en Olpe. Lo nuestro es «made in Germany» en estado puro.

Con el tiempo, por supuesto, hemos crecido más allá de las fronteras de la ciudad de Olpe, y con nuestras filiales de, por ejemplo, Bélgica, Francia, Polonia, India y Singapur, nos hemos convertido en una empresa de carácter internacional que puede presumir de una cuota de exportación de más del 50 %. Sin embargo, junto con muchas otras empresas familiares, SCHELL sigue siendo un pilar fundamental de la actividad económica de la región. Y esto es algo que nuestros compañeros de trabajo nos recompensan con su fidelidad. Podemos enorgullecernos de la bajísima rotación de nuestros empleados. La mayor parte de ellos llevan muchos años o incluso décadas trabajando en nuestra empresa. Esto también significa seguridad para la región y seguridad para sus habitantes, es decir, para las personas que la configuran.
Dicho esto, no estamos para nada anquilosados. En nuestra plantilla se conjuga una magnífica mezcla de experiencia de muchos años y nuevas ideas de carácter innovador. Porque, a pesar de la trillada «escasez de personal cualificado», siempre hemos sido un empleador atractivo y hemos podido cubrir nuestras vacantes con éxito. Nuestros innovadores productos nos convierten en una empresa atractiva que ofrece posibilidades de futuro.

A este respecto, me gustaría hacer una pequeña reflexión: Hace poco, leí esta pregunta: «¿Son las medianas empresas y, por tanto, muchas empresas familiares, las mejores empresas emergentes?»; a la que se respondía lo siguiente: «La gente joven se siente cada vez más atraída por las empresas emergentes, aunque se podrían desarrollar exactamente igual de bien en muchas medianas empresas». Creo que quizás haya llegado la hora de popularizar esta idea.

¿Qué significa para usted dirigir?

En nuestra empresa en particular, dirigir no es sinónimo de repantigarse en la silla en la planta de dirección, sino más bien de participar activamente en los asuntos del día a día. Como directores generales, nos ocupamos de distintas tareas dentro de nuestro ámbito de competencias y, junto con los departamentos, del día a día de la empresa. Siempre sabemos lo que está pasando y contribuimos diariamente a dar forma al futuro de la empresa. Al estar todos ubicados en Olpe, estamos disponibles para cualquier consulta todos los días. Tenemos reuniones periódicas sobre temas recurrentes, pero también la flexibilidad de poder reunirnos sin mucha dificultad cuando hay que «apagar algún fuego», para coordinarnos y encontrar una solución lo más rápido posible.

Para mí, en esencia, el liderazgo y la gestión significan formular objetivos claros, convencer a los demás, impulsar el cambio y la innovación, aunar las distintas opiniones de los compañeros de trabajo y ejecutar los proyectos con rigor. Eso es lo importante, más allá de cualquier tendencia de gestión y de ideas de moda como la «agilidad» o la «disrupción».
El buen liderazgo requiere pocas cosas: ambición y pasión por conseguir un objetivo, valor y optimismo para animar a los empleados a acompañarte en ese camino y capacidad de comunicación para crear confianza y para mantenerla. Y a esa lista le añadiría también la perseverancia y la tenacidad. Porque los líderes deben saber hacer frente a los contratiempos y, de cuando en cuando, también deberán tomar decisiones impopulares. Además, tendrán que soportar el distanciamiento que a veces conlleva el liderazgo. Pero, sobre todo, si quieres ser un buen líder, te tiene que gustar la gente. Y eso incluye implicar de forma activa a los empleados. Yo soy muy consciente de que dependo de la profesionalidad, la creatividad y el apoyo de todo el equipo.

¿Qué significa para usted la palabra «familia» como parte del término «empresa familiar»? ¿Qué identidad resulta de ella?

En una palabra: responsabilidad. La estrecha colaboración con los distintos departamentos nos permite estar en contacto directo con la mayor parte de nuestros empleados. Para nosotros, es importante crear una situación laboral que sea compatible con los altibajos de la vida. No obstante, nuestra actividad diaria también tiene facetas serias y requiere mucho trabajo. Cada uno se integra en su entorno de trabajo y desempeña sus tareas con mucha fiabilidad. Sin duda, el respeto que se profesan entre compañeros también es una gran motivación. Estoy muy agradecida por la fiabilidad, la lealtad y la flexibilidad de todos nuestros empleados.