Bacterias en la cocina: riesgos que a menudo se pasan por alto
Las esponjas, los trapos de cocina y los paños de vajilla se utilizan en teoría para garantizar la limpieza en la cocina. Lo que mucha gente desconoce es que precisamente aquí es donde las bacterias pueden multiplicarse con especial rapidez. Si los utensilios de limpieza no se cambian o se limpian correctamente de forma regular, aumenta el riesgo de problemas de salud. Este artículo muestra dónde surgen los mayores peligros de bacterias en la cocina y cómo se pueden evitar con medidas sencillas.
Peligro invisible en la vida cotidiana
Por qué las bacterias son problemáticas en la cocina
La higiene debe ser la máxima prioridad en la cocina. Aquí se almacenan, procesan y consumen alimentos, y es precisamente en este proceso donde las bacterias y los patógenos pueden transmitirse fácilmente.
Consecuencias para la salud de un vistazo
Las bacterias como la salmonela, campylobacter y EHEC, o también los virus como los norovirus pueden transmitirse a través de los alimentos. Suelen causar los siguientes síntomas:
- Diarrea
- Dolor abdominal
- Náuseas y vómitos
- Fiebre
Especialmente en niños, personas mayores y personas con un sistema inmunitario debilitado, las infecciones también pueden ser graves.
Un caldo de cultivo perfecto para las bacterias
La humedad y los restos de comida ofrecen condiciones ideales para el crecimiento de bacterias. Especialmente en los textiles aún húmedos, las bacterias pueden multiplicarse considerablemente en poco tiempo, a menudo sin que se note. Desde allí, llegan fácilmente a las manos, la vajilla o directamente a los alimentos. Para reducir el riesgo de infecciones, es importante limpiar o cambiar los utensilios de limpieza con regularidad.
¿Con qué frecuencia se deben cambiar?
El Instituto Federal alemán de Evaluación de Riesgos (BfR) aconseja lo siguiente:
Contaminaciones cruzadas por alimentos
La preparación de alimentos conlleva el riesgo de las llamadas contaminaciones cruzadas: bacterias dañinas se transfieren de un alimento a otro. El peligro es especialmente alto al manipular carne cruda o huevos, ya que pueden contener patógenos como la salmonela.
Limpieza y uso correcto
- Limpiar las tablas de cortar después de cada uso con agua caliente y detergente.
- Almacenar y procesar los alimentos crudos y cocinados por separado.
- Usar tablas de cortar diferentes: por ejemplo, una para carne y otra para verduras.
- Sustituir las tablas de cortar con regularidad, especialmente si tienen cortes profundos.
- Lavar a fondo las superficies de trabajo después de cada uso.
Higiene del agua potable en la cocina
El agua como alimento perecedero
El agua juega un papel central en la cocina. Los alimentos se lavan con agua o se cuecen en ella. Sin embargo, a menudo se olvida que el agua potable, al igual que otros alimentos, es perecedera. Por lo tanto, es crucial prestar atención a la calidad y al manejo adecuado del agua.
Consejos prácticos para el día a día
- ¡Lavarse las manos! 🡪 Antes de cocinar, entre diferentes pasos de cocción, después del contacto con carne/pescado crudos.
- Lavar los trapos de cocina y los paños de vajilla regularmente a ≥ 60 °C 🡪 Evitar las esponjas en la medida de lo posible.
- Manipular los alimentos de forma profesional 🡪 vitar las contaminaciones cruzadas; respetar la cadena de frío y la fecha de caducidad.
- La higiene lo es todo 🡪 Limpieza y desinfección de superficies de trabajo, electrodomésticos y utensilios de cocina.
- Tener en cuenta la calidad del agua 🡪 No dejar el agua reposar más de 4 horas antes de consumirla; purgar regularmente todos los puntos de toma.
Higiene sin contacto
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